Todo fue tan fluido, tan espontáneo, tan natural, que a ninguno de los dos nos pareció nada raro que de pronto mi mano estuviera en su mano, que nos mirárnos a los ojos como dos adolescentes o dos tontos.
By Mario Benedetti !
Dicen que hace falta desorientarse, una y otra vez, para saber quién eres. Y sobre todo, encontrar ese punto cardinal donde todos...