27 de marzo de 2014

Oscuridad hermosa.


Anoche te he tocado y te he sentido
sin que mi mano huyera más allá de mi mano,
sin que mi cuerpo huyera, ni mi oído:
de un modo casi humano
te he sentido.

Palpitante, 
no sé si como sangre o como nube
errante,
por mi casa en puntillas, oscuridad que sube,
oscuridad que baja, corriste, centelleante.

Corriste por mi casa de madera,
sus ventanas abriste
y te sentí latir la noche entera,
hija de los abismos, silenciosa,
guerrera, tan terrible,
tan hermosa que todo cuanto existe,
para mí, sin tu llama, no existiera.

By Gonzalo Rojas !

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