[...]Y como estas dormida y estas lejos
lo podremos mirar sin esa prisa
que tiembla en tu mirada cuando vienes.
Lo podremos mirar, sí, con los ojos
que tú te quitas siempre y que me entregas,
cuando vas a dormir, como sortijas,
para que yo los guarde y no esté ciego.
(Tus ojos son más míos cuando duermes
porque miran a nada o a los sueños,
y yo soy ese sueño, o nada, tuyo).
Y hoja por hoja,
sin miedo a que se escape tu mirada
con algún dios que cruza la esquina,
iremos, yo, tus ojos y yo, mientras descasas,
bajo los tersos párpados vacíos,
a cazar puentes, puentes como liebres,
por los campos del tiempo que vivimos.
[...]
By Pedro Salinas !
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