Ella me daba la mano y no hacía falta más. Me alcanzaba para sentir que era bien acogido. Más que besarla, más que acostarnos juntos, más que ninguna otra cosa, ella me daba la mano y eso era amor.
By Mario Benedetti !
Dicen que hace falta desorientarse, una y otra vez, para saber quién eres. Y sobre todo, encontrar ese punto cardinal donde todos...
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