-¿En qué estás pensando? -preguntó Took.
-En lo que hablaban ustedes. En Paulo viajando solo. En la segunda mente. En si su ángel tiene alas. Y en por qué esto me está interesando tanto. A fin de cuentas, creo que nunca hablé sobre los ángeles.
-No, no. Quiero saber si existe otra cosa que pase por tu pensamiento. Algo que tú no controlas.
Ella sintió las manos de él tocando los lados de su cabeza.
-Relájate, relájate -el tono de voz era más suave-. ¿En qué estás pensando?
Había sonidos. Voces. Hasta ahora se daba ella cuenta de lo que estaba pensando, aunque aquello hubiese estado en su cabeza casi un día entero.
-Música -respondió-. Estoy cantando sin parar una canción desde que la escuché ayer en la radio cuando veníamos para acá.
Sí, estaba cantando esa canción sin cesar; comenzaba y terminaba, terminaba y comenzaba de nuevo. No lograba sacársela de la cabeza.
Took le pidió que volviera a abrir los ojos.
-Esa es la segunda mente -dijo-. La que está cantando esa canción Podría ser una preocupación cualquiera. O, si estuvieses enamorada, podrías tener ahí dentro a la persona con la que te gustaría estar, o lo que desearías olvidar. Pero la segunda mente no es fácil: trabaja independientemente de tu voluntad.
By Paulo Coelho !
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